Mes: enero 2018

Estados fallidos y clásicos fallidos

En una visita a un país en desarrollo con serios problemas institucionales pude ver en la mesa de trabajo de una distinguida representante de una importante institución internacional un ejemplar del libro de Daron Acemoglu y James Robinson “Por qué fracasan los países” (Why Nations Fail) con signos claros de uso, como varios marcadores de páginas y profusos rastros de rotulador fluorescente. Yo contaba con un ejemplar del libro desde hacía tiempo pero no me había atrevido con él. Había llegado pues el momento de leerlo, con la esperanza de encontrar claves sobre el origen de los problemas de los estados fallidos, la oligarquía y el clientelismo, que había podido ver de cerca, y cómo abordarlos.

El Brexit y la Ley de la Gravedad

En 1687 el matemático inglés Isaac Newton publicó un libro en el que demostraba que los cuerpos celestes se atraían entre ellos con una fuerza que era tanto mayor cuanto mayor era su masa y menor la distancia que los separaba. La bautizó como Ley de la Gravedad y estuvo vigente muchos siglos, pero fallaba al explicar algunos fenómenos. Tuvo que ser otro genio como Einstein el que, ya entrado el siglo XX, demostrara que la gravedad no era realmente una fuerza intrínseca a los propios cuerpos, sino el efecto que la masa de estos producía en la curvatura del espacio-tiempo –al igual que una pesada bola de acero depositada en el centro de una red consigue hundirla y hace que otras bolas menores que se depositen después sobre esa misma red se precipiten hacia ella–.

Google debería pagarnos por utilizar su buscador

Uno de los principales rompecabezas que plantean las nuevas tecnologías es su impacto sobre el mercado de trabajo y qué tipo de respuestas se deben dar desde la política económica. Se empieza a asentar un cierto consenso sobre su probable impacto depresivo en el uso del factor trabajo, al menos en su sentido tradicional, que será sustituido por inteligencia artificial o tecnología de la información, con implicaciones en términos de una mayor caída de la participación del trabajo en la renta y el aumento de la desigualdad.

Estancamiento secular: Epílogo

Hace ya más de un año que comenzamos esta serie de entradas sobre estancamiento secular, y que concluimos hoy. Desde entonces, la coyuntura económica mundial ha mejorado notablemente, de manera bastante generalizada por países y áreas, disipando en buena medida el pesimismo anteriormente reinante. Sin embargo, haríamos bien en tomarnos con cautela esta recuperación, dado que estamos ante una fase alcista del ciclo económico mundial con unas peculiaridades muy llamativas y sin precedentes en la historia reciente.

¿Quién teme al cambio en la Economía?

La concordia navideña no ha calado este año entre los economistas. El año suele empezar fuerte con la reunión anual de la Asociación Americana de Economía (junto con otras asociaciones de ciencias sociales). Unas semanas antes, un grupo de heterodoxos notables había calentado el ambiente clavando en las puertas de la London School of Economics (con pegamento y unos martillos hinchables) unos papeles con 33 Tesis para la Reforma de la economía. Pretendían emular a Martín Lutero, que 500 años antes también clavó sus 95 Tesis para la reforma del catolicismo en las puertas de la Iglesia del Castillo de Wittenberg. Esta gamberrada, jaleada días después por el responsable de economía de The Guardian al grito de “¡Bienvenidos, herejes!”, ha suscitado varias reacciones de indignación y rechazo.

California también es una nación

Recordaba Borges aquella provincia en la que no había pueblo que no fuera “idéntico a los otros, hasta en lo de creerse distinto”. Si California, el estado más rico de Estados Unidos, quisiera independizarse, tendría que superar dos filtros: el de la propia Constitución de California y el de la Constitución de Estados Unidos.

Resolución de año nuevo: menos maximizar y más satisfacer

Nos gusten más o menos, una de las ventajas de los regalos de los Reyes Magos es que no los elegimos. Salvo cartas a los Reyes muy detalladas sobre nuestro deseo específico, los regalos nos los eligen, no tenemos que asumir el coste de informarnos para adquirirlos y no estamos sujetos al arrepentimiento por no haber elegido otra opción mejor. En general, esto los hace más atractivos y nos aportan una mayor satisfacción que la que nos aportaría el mismo producto comprado por nosotros mismos. Es una situación en la que una mayor capacidad de elección no genera necesariamente un mayor bienestar.

Otro paso hacia la plutocracia en Estados Unidos

El 22 de diciembre el Presidente de Estados Unidos firmó la ley de la reforma tributaria, el primer gran logro legislativo de su mandato. La ley, aprobada sin el apoyo de la oposición demócrata, rebaja la imposición directa y revisa su diseño con particular atención al gravamen sobre los beneficios de las empresas. El Comité Conjunto sobre Tributación del Congreso (JCT) estima su coste total en el período 2018-2027 en 1,45 billones de dólares, un 7,6% del PIB de 2017.