Un mercado de doble cara es aquel en el que una empresa actúa como una plataforma, vendiendo u ofreciendo dos o más productos o servicios a dos grupos de consumidores, cuyas demandas están relacionadas por efectos de red indirectos. Las nuevas tecnologías de la información y las telecomunicaciones han provocado su crecimiento exponencial, con profundas implicaciones sobre la competencia, en el contexto de la economía digital en el que las empresas están cambiando las formas tradicionales de actuar en el mercado. Las autoridades de competencia están reaccionando sobre la marcha, emitiendo resoluciones y decisiones en un proceso casi de naturaleza ad hoc según se analizan las nuevas prácticas empresariales o modelos de negocio basados en la colección y uso comercial de datos.
Se intenta esbozar aquí las principales características de los mercados de doble cara y de las estrategias competitivas de las empresas que actúan en ellos. En una segunda entrada, se desarrollarán algunos casos que reflejan cómo, probablemente, la política de competencia se irá modulando en Europa en los próximos años.