Autor: Enrique Feás

Trump contra México: cuatro errores y una provocación

El gran compositor y cantante mexicano José Alfredo Jiménez relataba en una de sus más famosas rancheras la historia de un borracho que llegaba –borracho, claro– a una cantina pidiendo cinco tequilas, y cómo el cantinero se lo llevaba a otro bar, donde decidían apostar a ver quién bebía más, hasta que se enzarzaban en una absurda discusión que terminaba a balazos.

Del mismo modo, el presidente Trump, ebrio de popularidad, ha aparecido pidiendo un 5% de aranceles a partir del próximo 10 de junio a todos los productos provenientes de México, como medida de presión para frenar la inmigración ilegal. Por ahora el presidente mexicano se lo ha llevado a otra cantina para negociar, pero no hay que descartar que la cosa acabe mal, no solo para ellos, sino para la economía mundial.

La guerra tecnológica emplea artillería pesada

En el último artículo explicábamos la batalla del 5G como parte de la guerra tecnológica y comercial entre Estados Unidos y China. Desde entonces, Trump ha hecho dos cosas: en primer lugar, ha aprobado una Orden Ejecutiva prohibiendo cualquier transacción de tecnologías de la información y comunicaciones con empresas sujetas al control o jurisdicción “de un adversario extranjero” que para el Secretario de Comercio suponga “una amenaza a la seguridad nacional”; y en segundo lugar, ha puesto nombres y apellidos a esa amenaza al incluir a Huawei y setenta empresas asociadas a la lista negra de entidades (“Entity List”) cuyos componentes no se pueden adquirir sin autorización previa.

La guerra del 5G y sus lecciones para Europa

La primera ministra británica, Theresa May, destituyó el 1 de mayo a su ministro de Defensa por filtrar detalles sobre una reunión del Consejo de Seguridad Nacional sobre la participación de la empresa china Huawei en la implantación de la red 5G en Reino Unido. Lo que parece una mera pérdida de confianza tiene un trasfondo mucho más importante, que tiene que ver con el brexit, la guerra comercial y tecnológica entre Estados Unidos y China y el dominio de la economía mundial en el siglo XXI.

¿A quién votaría Kelvin Lancaster?

Durante mucho tiempo la Teoría de la Demanda del Consumidor partió de la premisa de que los bienes eran homogéneos –es decir, con características muy similares–, de modo que el factor más relevante en la decisión de compra era el precio. Sin embargo, es evidente que la compra de un tornillo o un kilo de harina no tiene nada que ver con la de un smartphone o un automóvil. En estos casos, el precio es importante, pero puede pesar mucho más la existencia de determinadas características o prestaciones.

Irlanda y el Brexit: historia de una escalera

El 10 de abril es una fecha clave para el Brexit. Pero no solo porque el Consejo Europeo va a decidir si concede o no otra prórroga a Theresa May –para seguir negociando con Corbyn– y evitar una salida sin acuerdo. También porque, en esta misma fecha, en una fría mañana de Viernes Santo de 1998, se firmó un acuerdo sin el cual no se podría explicar la dificultad que existe hoy para hallar una solución al sainete del Brexit. Tiene que ver con Irlanda y con una escalera.

¿Un Brexit con freno y marcha atrás?

El sábado 23 de marzo más de un millón de personas se concentraron en Londres para reclamar un segundo referéndum. En paralelo, más de cinco millones de personas han firmado una petición al Parlamento británico para que revoque el artículo 50, cancelando unilateralmente el proceso de salida. ¿Puede haber freno y marcha atrás en el Brexit? Es un buen momento para analizar esta posibilidad, pero más que desde un punto de vista general, desde otras dos perspectivas diferentes: la opinión de los propios británicos –a través de las encuestas– y la de los intereses de la Unión Europea.

El viejo abogado y el futuro de Europa

Una tarde de septiembre de 1944, el oficial de guardia de la Gestapo en la prisión de Brauweiler recibió a un nuevo detenido, acusado de participar en el atentado contra Hitler. Era un abogado mayor, de casi 70 años, con aspecto cansado. Le despojó de sus tirantes, los cordones de sus zapatos, su corbata y su navaja de pulsera y lo acompañó hasta su celda. Mientras cerraba desde fuera, acercó su cabeza al ventanuco de la puerta y le dijo: “Y ahora, no se le ocurra suicidarse. Me metería en un buen lío. Además, a su edad, su vida está prácticamente terminada”.

Lecciones políticas del Brexit

A apenas un mes para que venza el plazo establecido en el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea y el Reino Unido pase formalmente a ser un país extracomunitario, mientras reina la incertidumbre sobre la votación del Acuerdo de Salida del próximo 12 de marzo, la posibilidad de una extensión o la de un segundo referéndum de ratificación, es hora de extraer algunas lecciones políticas de lo que ha sido hasta el momento el proceso de Brexit.

Competencia y ‘campeones’ europeos

La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, ha vetado la fusión de los dos gigantes europeos del sector ferroviario, la alemana Siemens y la francesa Alstom. La decisión ha sido fuertemente criticada por los gobiernos de Alemania y Francia, que han lanzado tres duros mensajes: que la decisión “es un error”, que “no ha tenido en cuenta la competencia china y los desafíos industriales europeos”, y que hace falta cambiar la legislación de competencia comunitaria para fomentar “campeones europeos” y que no vuelva a ocurrir.

Creo, sin embargo, que la decisión no es un error; que sí que ha tenido en cuenta la competencia china –sobre todo en el ámbito relevante, el europeo–; y que, efectivamente, hace falta cambiar la legislación de competencia, pero no tanto a nivel comunitario para crear “campeones europeos”, sino sobre todo a nivel internacional.

La tiranía de la unanimidad fiscal en Europa

Hay palabras que evocan connotaciones positivas, como democracia o consenso. Pero, precisamente por ese motivo, en ocasiones se utilizan de forma tramposa. En nombre de la democracia los independentistas del parlamento catalán intentaron derogar de facto por mayoría simple un Estatut cuya mera modificación requería mayoría reforzada. En nombre de la democracia se dejó que la mayoría simple de los británicos –apenas un 52% de los votantes del referéndum del Brexit– decidiera sobre el futuro de muchas generaciones. A veces la mayoría simple es la forma más evidente de tiranía de la mayoría –como bien sabían Edmund Burke, James Madison o Thomas Jefferson–, y la mayoría cualificada la mejor forma de respetar la voluntad del pueblo y evitar al tiempo que decisiones trascendentales se tomen a la ligera. Como en Medicina, primum non nocere: ante la duda, no causar daño.