La mujer y el poder económico público

La equiparación de la mujer con el hombre en el ejercicio del poder constituye desde hace algunos años una cuestión muy relevante de las agendas de gobiernos y entidades, tanto públicas y privadas. Los temas de igualdad de género, no solamente en su vertiente de no discriminación por sexo, sino también de promoción activa de la presencia de la mujer en puestos de ejercicio de altas responsabilidades, constituyen el objeto de la actividad regulatoria pública, los programas de los partidos políticos y en los códigos de conducta de las empresas.

Una de las áreas en las que la mujer debería hallarse más presente, en cuanto a ejercicio de mayores responsabilidades, es la economía, terreno que moldea y determina el bienestar de las sociedades, y que determina a su vez la cuantía de los recursos susceptibles de inversión en la promoción de la igualdad de oportunidades entre hombre y mujer.

Es interesante observar la situación comparativa de la mujer respecto al hombre al frente de los puestos de mando público que más influyen en la economía de los países, por la capacidad de asignar recursos escasos a fines competitivos, o por el contenido regulatorio en el ámbito económico de tales puestos. Ejemplos de tales cargos son las carteras ministeriales de Economía y Hacienda, los puestos de gobernador del banco central, los parlamentarios, o a cúpula judicial, que son los principales decisores en el ámbito económico de un país.

La autora ha realizado un estudio, a modo de foto fija a 1 de enero de 2019, de la posición de la mujer al frente de puestos de gobierno económico público a nivel global, utilizando datos de los 41 países con mayor tamaño de PIB, de forma que el estudio abarca economías que representan algo más del 90,09% del PIB mundial, según los datos del Banco Mundial[1]. Los datos proceden de las páginas web de las instituciones mencionadas.

En el cargo de jefe de Estado únicamente hay 5 mujeres (Reino Unido, con Isabel II, Canadá, con Isabel II, Australia, con Isabel II, Dinamarca, con Margarita II, y Singapur, con Halimah Yacob), que son reinas en cuatro casos (sin responsabilidades ejecutivas). En total solamente un 12,2% de las Jefas de Estado son mujeres.

En cuanto a primeros ministros (o presidentes del gobierno), solamente tres son mujeres (Alemania, con Angela Merkel, Reino Unido, con Theresa May, y Noruega, con Erna Solberg), lo que representa el 7,3% del total.

También se ha analizado el número de mujeres que integran el gobierno (ministros). De los 895 ministros en los gobiernos de los 41 países de la muestra, son mujeres 217, lo que representa el 24,2% del total. En seis países, el 50%, o más, de los ministros del gobierno son mujeres. Tal es el caso de España, México, Suiza, Suecia, Sudáfrica y Colombia. En dos países, Tailandia y Arabia Saudí, no existe representación femenina alguna en el gobierno.

La presencia de mujeres al frente de la cartera de Economía y/o Hacienda y del Banco Central es muy escasa. Solamente hay ministras de Economía o de Hacienda en España, México, Indonesia, Suecia, Polonia, Noruega, Nigeria y Finlandia, lo que supone el 19,5% del total. En cuanto a gobernadoras del banco central, llama la atención su práctica ausencia. Únicamente son mujeres los máximos responsables del banco central de Rusia y de Malasia, el 4,9% de la muestra de países.

Observando la cúpula de los principales organismos internacionales con contenido económico (Naciones Unidas, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, Banco de Pagos Internacionales, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, y Organización Mundial de Comercio, destaca el hecho de que solamente en un caso hay una mujer al frente, en la persona de Christine Lagarde, como Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional. Esto supone un 9,1% del total.

En cuanto a la presidencia de las cámaras legislativas, puede afirmarse de nuevo que la presencia de la mujer es muy escasa. En el caso de las cámaras bajas (equivalentes al Congreso de los Diputados en España), la mujer solamente ocupa un 18,4% de los escaños, mientras que, en las cámaras altas, el porcentaje es algo superior: el 27,9%. Ningún país dispone de una cámara baja paritaria (50%). Un solo país dispone de una cámara alta paritaria: Bélgica.

Los países que incorporan a más mujeres en la cámara baja son México (48,2%), Noruega (41,4%), Sudáfrica (42,4%) y Finlandia (42%). En la cámara alta, además de Bélgica (50%), tienen una representación femenina destacable México (49,2%), Canadá (45,7%), Argentina (41,7%), y Australia (40,8%).

En lo que refiere a la presidencia de las cámaras, el 14,6% de las cámaras bajas de los países de la muestra están presididas por mujeres, lo que se corresponde con seis países: Estados Unidos, India, España, Países Bajos, Sudáfrica y Chile. Las cámaras altas están presididas por mujeres en el 29,6% de los países de la muestra, siendo estos países Italia, Rusia, Países Bajos, Suiza, Argentina, Bélgica, Austria y Sudáfrica.

Los Tribunales Supremos de los países de la muestra (en algunos, se denominan Tribunal Federal de Justicia, en otros Tribunal Supremo de Casación, etc.) están presididos por mujeres en siete casos: Alemania, Reino Unido, Polonia, Austria, Noruega, Israel y Sudáfrica, lo que supone el 17,1% del total.

Como resumen de los resultados obtenidos, se ha calculado la media de todos los porcentajes mencionados, que ha resultado ser del 16,8%, es decir, en promedio mundial, solamente el 16,8% de los puestos de máxima responsabilidad en el gobierno económico público está ocupado por mujeres.

Ordenando los 41 países de la muestra por nivel de paridad de género (presencia de mujeres en al menos el 40-50% de los puestos descritos), se obtiene un ranking encabezado por Noruega y Sudáfrica (empatados en el primer puesto), seguido por México (segundo puesto), Alemania, Reino Unido, España, Suecia y Austria (empatados en el tercer puesto), y así sucesivamente hasta llegar a China, Arabia Saudí, Tailandia e Irán, que se encuentran empatados en el último lugar del ranking, con ausencia total de paridad de género en los puestos de gobierno económico público.

En conclusión, de los datos procedentes de la observación de la participación de la mujer en los cargos económicos públicos de mayor rango, se desprende que la mujer se encuentra muy lejos del lugar que le correspondería teniendo en cuenta su participación en la población mundial. Es de esperar que el trabajo realizado constituya al menos una llamada a la acción de los responsables políticos para introducir mejoras en este ámbito.

 


Silvia Iranzo es Doctora en Economía y Empresa y Técnico Comercial y Economista del Estado

Notas:

[1] Estos países son, por orden de tamaño de PIB en dólares ($) corrientes, de mayor a menor, Estados Unidos, China, Japón, Alemania, Reino Unido, India, Francia, Brasil, Italia, Canadá, Rusia, Corea del Sur, Australia, España, México, Indonesia, Turquía, Países Bajos, Arabia Saudí, Suiza, Argentina, Suecia, Polonia, Bélgica, Tailandia, Irán, Austria, Noruega, Emiratos Árabes Unidos, Nigeria, Israel, Sudáfrica, Irlanda, Dinamarca, Singapur, Malasia, Filipinas, Colombia, Pakistán, Chile, y Finlandia.

1 comentario a “La mujer y el poder económico público

  1. José Antonio
    07/05/2019 de 14:08

    Enhorabuena por el trabajo, muy revelador del techo de cristal que existe.

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