Categoría: Editores

Los mercados y su luna de miel

Si algo no ha faltado en los casi tres meses desde las elecciones presidenciales de Estados Unidos (dos semanas desde la inauguración) es acción. La sensación de encontrarse dentro de una película, híbrido entre western y fantasía política futurista, no ha desaparecido. Ha habido marchas multitudinarias, peleas abiertas con la prensa, revelaciones de espías… La inquietud por el curso que pueden tomar los acontecimientos parece compartida por todos. ¿Todos? No, los mercados financieros y en particular las Bolsas, viven un momento dulce.

México: La cuesta del diecisiete

Con el tránsito del año, los traders suelen actualizar la lista de países considerados vulnerables. Es probable que la economía mexicana haya sido de las más evocadas en las salas de contratación durante las navidades. Y es que el nuevo presidente de su principal socio comercial les ha puesto en su punto de mira, amenazándoles con muros, aranceles, deportaciones masivas e incluso bloqueo a las remesas de los emigrantes. El peso mexicano se convirtió de hecho en uno de los más finos indicadores del estado de la contienda electoral estadounidense. Desde el 9 de noviembre ha perdido un 16% de su valor respecto al dólar.

¿Un mundo sin dinero en efectivo?

En los últimos años el gobierno de España ha ido reduciendo el límite máximo de pagos en efectivo, de 2.500 en 2012 a 1.000 euros en 2016. En mayo de 2016 el Banco Central Europeo anunció que dejaría de emitir billetes de 500 euros. En noviembre de ese mismo año la India eliminó drásticamente (y de forma un poco caótica) sus billetes de alta denominación. El objetivo de estas medidas ha sido, como es sabido, reducir las posibilidades de fraude que proporciona el pago en metálico. Pero más allá de la lucha contra el fraude, algunos economistas han venido defendiendo la posibilidad de un mundo sin apenas efectivo. ¿Cuáles serían las ventajas e inconvenientes de esta decisión?

Sabios en la inopia

Alemania va bien. Esta es una de las escasas certidumbres del horizonte económico en el año que comienza. Mientras el euro ha llegado a la mayoría de edad (la unión monetaria ha cumplido 18 años, aunque los billetes y monedas tardaran tres años más); y como viene sucediendo desde que naciera, su suerte vendrá marcada por las ideas económicas alemanas, su influencia en la política de su gobierno y su interacción con las visiones económicas y políticas del resto de Estados Miembros. A finales de año el Consejo Alemán de Expertos Económicos presentó a Merkel su informe anual, titulado Tiempo de reformas.

El sesgo de supervivencia y el análisis económico

Abraham Wald fue un matemático húngaro experto en análisis estadístico y econométrico, geometría y teoría de la decisión. En 1931 se doctoró en Matemáticas por la Universidad de Viena bajo los auspicios de Karl Menger (el hijo del famoso economista), pero pese a su brillantez nunca le dejaron acceder a un puesto universitario: era judío, y el gobierno austríaco pro-nazi de entonces no lo permitía. En 1938, temiendo por su vida, emigró a Estados Unidos, aprovechando una invitación de la Comisión Cowles para la Investigación Económica (cuna de numerosos premios Nobel de Economía). Un día, en plena Segunda Guerra Mundial, recibió una visita inesperada de unos representantes del servicio de análisis del ministerio de Defensa para pedirle consejo. En la reunión le enseñaron un gráfico parecido al que encabeza esta entrada.

Próspero año y felicidad

Recuerdo una viñeta de Forges en la que los Reyes Magos acarreaban un enorme saco de carbón destinado a los preclaros economistas. Una buena forma de redimirnos sería ayudar a que la gente fuera un poco más feliz, cumpliendo así los deseos repetidos durante estos días. Que la economía pueda contribuir a la felicidad les sonará a muchos como una inocentada. Pues no. Un grupo de idealistas se reunieron hace tres semanas en la London School of Economics para pulsar el estado de la Ciencia de la Felicidad.

Un cUEnto de Navidad

La Nochebuena del 25 de diciembre de 2016 el presidente de la Unión Europea, el del Consejo Europeo, la Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y los veintiocho líderes de la Unión Europea se fueron a dormir tranquilos, después de cenar con sus familias. Unas horas más tarde comenzaron a agitarse sobresaltados en sus camas. Cuando se quisieron dar cuenta, se encontraban todos juntos sentados en una sala del edificio Justus Lipsius. La luz era más bien tenue. Pensaron por un momento que se iba a celebrar un Consejo, pero al mirarse unos a otros descubrieron que estaban todos en pijama. En ese momento apareció ante ellos un anciano de ojos claros y breve bigote blanco. Juncker no tardó en reconocer a su distinguido compatriota: “¡Es Robert Schuman!” –exclamó– “Pero… ¿qué hace aquí?”.

La Gran Convergencia: guía para entender la globalización

En tiempos de posverdad, neoproteccionismo y neopopulismo resultan imprescindibles los libros que aporten ideas, explicaciones y datos contrastables al debate sobre la globalización. The Great Convergence: Information Technology and the New Globalization, de Richard Baldwin (Harvard University Press, noviembre de 2016; no existe aún edición en español), es por suerte uno de ellos, y además uno de los mejores que se han escrito sobre el tema en los últimos años. No es de extrañar por tanto que haya sido seleccionado como uno de los libros del año 2016 por el Economist y por el Financial Times.

«Football leaks»: ¿el retorno del doble irlandés?

El football leaks ha vuelto a poner sobre la mesa el problema de la falta de coordinación fiscal en Europa. El etiquetado como sistema de Mendes de elusión fiscal parece ser un nuevo ejemplo de los esquemas del tipo “doble irlandés” asociado a las multinacionales americanas, que aprovecharon los resquicios legales del sistema fiscal irlandés para eludir los impuestos de sus operaciones en Europa. Si bien Irlanda ha adaptado su regulación para evitar este tipo de elusión (eso sí, con una exención a las empresas ya establecidas hasta el año 2020), no basta con soluciones de país, el proyecto europeo exige acelerar y hacer más ambiciosa la agenda de coordinación de normas fiscales.

Repensar la economía para enderezar el rumbo

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Es muy posible que 2016 marque un punto de inflexión en la evolución del sistema económico mundial. Lo que no sabemos es hacia dónde. La mezcla de nuevo proteccionismo con economía de la oferta que se pergeña en Estados Unidos agravará a medio plazo los problemas de inestabilidad y de desigualdad que afligen al capitalismo de nuestros días. Si se quiere plantear una alternativa, hay que superar el marco de la economía ortodoxa con el que hemos llegado hasta aquí.