Autor: Enrique Feás

Europa ante Trump 2.0

Donald Trump será por segunda vez presidente de los Estados Unidos, tras una victoria mucho más holgada de la que preveían las encuestas. Desaparecida la ilusión tras la candidatura de Kamala Harris, la estrategia del miedo practicada por los demócratas no ha surtido efecto y los estadounidenses han optado de forma clara por lo malo conocido (procesos penales incluidos). Es hora de una profunda reflexión para el partido demócrata, que sigue pensando que la identidad garantiza el voto (cuando, por ejemplo, los hombres hispanos han votado mayoritariamente a favor de Trump) y que unos buenos datos macroeconómicos son suficientes para ilusionar a los votantes.

¿Qué nos espera tras las elecciones en EEUU?

En menos de dos semanas se celebrarán las elecciones presidenciales en Estados Unidos. La geopolítica, una vez más, va a condicionar la economía mundial. Las encuestas están tremendamente ajustadas entre Harris y Trump, y cualquier resultado es posible. Como el sistema electoral estadounidense tiende a sobrerrepresentar a los estados poco poblados y el voto rural suele ser más conservador que el metropolitano, los demócratas están obligados a ganar en voto popular con un margen bastante elevado para poder alcanzar la presidencia.

El comercio ya es solo geopolítico

Hubo un tiempo en que el comercio se regía por reglas y las disputas comerciales se dirimían en el seno de una organización supranacional, la Organización Mundial de Comercio (OMC), cuyas decisiones se acataban. Los elementos geopolíticos siempre estaban presentes, pero no eran los protagonistas. Hoy eso ha cambiado: el comercio es hoy, esencialmente, un mero juego geopolítico.

Regular mejor

Señalábamos en el artículo anterior que el Informe Draghi daba mucha importancia a la necesidad de simplificar la regulación europea para ganar competitividad. En este sentido, conviene aclarar algunos conceptos sobre qué es regular bien y qué es regular mal.

El Informe Draghi, la luna y el dedo

Tras meses de expectación, Mario Draghi presentó el pasado 9 de septiembre su informe “El futuro de la competitividad de Europa”. Para ser un hombre de pocas palabras, entregar un documento de casi 400 páginas podría parecer raro, pero al leerlo se explica el motivo: hay mucho trigo y poca paja. Sin duda, mucho trabajo detrás.

Política monetaria e incertidumbre

Desde 1982, la Reserva Federal de Kansas City organiza cada año a finales de agosto un simposio de política económica para los banqueros centrales y ministros de economía de todo el mundo. Tiene lugar en Jackson Hole, un profundo valle en las Montañas Rocosas de Wyoming por el que discurren numerosos ríos en los que se pescan truchas (motivo que terminó de convencer en su día a Paul Volcker para acudir y consolidar la reunión).

La tercera plenaria y el futuro económico de China

Dos veces por década, el Partido Comunista de China celebra un gran congreso en el que se elige a los miembros del Comité Central. Entre congresos, el Comité –que no es una institución permanente– celebra siete sesiones plenarias a las que asisten sus 376 miembros (205 miembros titulares más 171 alternos), y en las que se establecen las grandes líneas de actuación para los siguientes años.

El caos, el caos

Se atribuye a De Gaulle aquello de “O yo, o el caos”, frase que ─como suele ocurrir con tantas otras atribuidas a personajes famosos─ al parecer jamás pronunció. En agosto de 1975, pocos antes de la muerte de Franco, el dibujante Ramón publicó una viñeta en la portada de la revista Hermano Lobo en la que un político se dirigía a la muchedumbre diciendo “O nosotros, o el caos”, a lo que esta respondía enardecida: “¡El caos, el caos!”. Y replicaba el político: “Es igual, también somos nosotros”.

La UE tras las elecciones

Las elecciones europeas del 9 de junio no han alterado sustancialmente el bloque de los partidos moderados proeuropeos: los 190 escaños de los populares (EPP), los 136 de los socialdemócratas (S&D) y los 80 de los liberal-demócratas (Renew) suman 406 escaños de un total de 720, una mayoría relativamente sólida en comparación con lo que algunos se temían.

Lo que Europa se juega el domingo

El domingo se celebran elecciones europeas, y de ellas saldrá un nuevo Parlamento y, meses más tarde, una nueva Comisión que deberán enfrentarse a un escenario global todavía más complejo de el de sus predecesores. Nos jugamos mucho porque Europa se juega mucho.