Los documentos acordados en el Eurogrupo y refrendados por el Consejo Europeo en su reunión del 21 de junio sobre la reforma del euro han sido saludados por un coro de lamentos. Aunque ha habido ministros que han hablado de una mini-revolución, la mayoría de economistas que siguen el tema se han lamentado del corto alcance de las medidas acordadas. No hay grandes novedades ni en las líneas básicas del Instrumento Presupuestario para la Convergencia y la Competitividad (BICC) ni en el borrador de acuerdo modificado para el Mecanismo Europeo de Estabilidad. Algunos han llegado a concluir que, para este resultado, mejor no haberse molestado, sobre todo cuando los últimos acontecimientos confirman que la necesidad de una política fiscal del euro es acuciante. No es que disienta de esta interpretación, pero ofrecería otra: a corto plazo, la zona euro se la juega en Italia, no en el presupuesto.
Mes: junio 2019
Paraísos fiscales en la UE: un terreno de juego desequilibrado
Durante el debate de los cabezas de lista candidatos a la presidencia de la Comisión Europea, los moderadores les plantearon una pregunta interesante: “¿Qué países de la Unión Europea son paraísos fiscales y cómo se cambia su comportamiento para asegurar que Amazon pague los mismos impuestos que el librero de al lado?” Los candidatos no evadieron –nunca mejor dicho– la pregunta, pero no entraron en detalles, más allá de un brindis al sol (“Un paraíso fiscal es para mí donde se pagan los impuestos que corresponden”, dijo Vestager) y una propuesta de establecer un impuesto de sociedades mínimo del 18% (Timmermans). La respuesta, sin embargo, era clara: hay paraísos fiscales europeos (y no lo son necesariamente por su bajo tipo de gravamen); y no solo se puede conseguir que las empresas paguen lo que deben, sino que en ese empeño se juega la UE bastante de su credibilidad frente a los ciudadanos.
¿Y una política de tipos de interés negativos?
Probablemente, el principal debate actual de la macroeconomía se centra en qué tipo de políticas se podrán aplicar para hacer frente a la próxima crisis, en un contexto de elevado endeudamiento público y de tipos de interés en el límite del cero por ciento, lo que limita el margen para desarrollar políticas fiscales y monetarias expansivas. Están surgiendo así propuestas que rompen con los esquemas tradicionales, revolucionarias, entre ellas, la posibilidad de una política monetaria de tipos de interés nominales negativos elevados, del entorno del -4 por ciento. Se trata de una política que nunca se ha aplicado, pero con un alto potencial. No obstante, para poder aplicarla, exigiría una serie de cambios operativos en la política monetaria, principalmente en relación al dinero en efectivo.
Vuelve la mochila colombiana
Recientemente se hizo pública la solicitud del Ministerio de Economía de España a la Comisión Europea de asistencia técnica para implantar el modelo conocido como la mochila austriaca. A tal efecto, Bruselas ha encargado a la OCDE un estudio para simular las posibles implicaciones de su aplicación en España. Tal estudio serviría como documento de base para negociar con sindicatos, patronal y Ministerio de Trabajo su implantación a partir del año 2020.
Vuelve a considerarse un modelo sobre el que se viene debatiendo desde hace casi diez años. No obstante, a pesar de una valoración generalmente favorable por parte de los economistas y contar con un apoyo político de amplio espectro, incluidos Ciudadanos, PP y PSOE, no termina de concretarse en un esquema definido.
Cuando el Reino Unido despertó, la salvaguarda irlandesa todavía estaba allí
Poco ha cambiado, y sin embargo todo es distinto en el escenario político del Reino Unido en relación con el brexit. Por lo pronto, Theresa May ha anunciado su dimisión, que se hará efectiva el viernes 7 de junio, justo dos años después de ganar sus últimas elecciones prometiendo un liderazgo “fuerte y estable”. Tampoco es tan raro: cuando Margaret Thatcher ganó sus últimas elecciones, su esposo Dennis predijo que en el plazo un año sería “tan impopular que nadie se lo creería”. May se ha despedido entre lágrimas de Downing Street, con algo más dignidad que David Cameron, que se largó canturreando.
Trump contra México: cuatro errores y una provocación
El gran compositor y cantante mexicano José Alfredo Jiménez relataba en una de sus más famosas rancheras la historia de un borracho que llegaba –borracho, claro– a una cantina pidiendo cinco tequilas, y cómo el cantinero se lo llevaba a otro bar, donde decidían apostar a ver quién bebía más, hasta que se enzarzaban en una absurda discusión que terminaba a balazos.
Del mismo modo, el presidente Trump, ebrio de popularidad, ha aparecido pidiendo un 5% de aranceles a partir del próximo 10 de junio a todos los productos provenientes de México, como medida de presión para frenar la inmigración ilegal. Por ahora el presidente mexicano se lo ha llevado a otra cantina para negociar, pero no hay que descartar que la cosa acabe mal, no solo para ellos, sino para la economía mundial.