
Theresa May ha planteado al Parlamento británico un esquema de tres votaciones consecutivas entre el 12 y el 14 de marzo para tratar de desbloquear el proceso del Brexit: voto a favor o en contra del acuerdo con la UE (el 12 de marzo), voto a favor o en contra de la salida de la UE sin acuerdo (el 13) y voto a favor o en contra de negociar una prórroga para el Brexit (el 14). En principio, el objetivo de este esquema es incentivar un voto favorable al Acuerdo con la UE, porque si el Parlamento rechaza el Acuerdo y también la salida sin acuerdo, entonces está destinado a la prórroga, con el riesgo de un segundo referéndum. Ahora bien, como veíamos en otra entrada, el orden de presentación de las votaciones no es irrelevante cuando se plantea una problema de intransitividad de las preferencias.






