Etiqueta: Estados Unidos

Elecciones en EEUU y el sesgo de disponibilidad

El próximo 3 de noviembre se celebran las elecciones presidenciales y al Congreso de EEUU. Las encuestas favorecen claramente a los demócratas, incluida la posibilidad de alcanzar sendas mayorías, tanto en el Senado, como en la Cámara de representantes, por primera vez desde 2011. Ahora bien, las seis semanas que quedan hasta las elecciones pueden ser mucho tiempo para afectar el voto de los electores indecisos o persuadibles e inclinar la balanza en los principales estados en contienda, especialmente, en el actual contexto de elevada polarización, multiplicidad de dimensiones que afectan a la decisión de los electores y de rápida sucesión de acontecimientos. En este contexto, los electores pueden ser más susceptibles a lo que la economía conductual define como el sesgo de disponibilidad, en virtud del cual, los acontecimientos más recientes tienen un mayor peso en nuestra toma de decisiones.

Justa indignación

Desde el homicidio del ciudadano de raza negra George Floyd el pasado 25 de mayo en Minneapolis, tras el atroz abuso de poder del policía de raza blanca, Derek Chauvin, Estados Unidos ha vivido la ola de protestas cívicas más intensa desde 1968. Más de medio siglo después del movimiento por los derechos civiles y el asesinato de Martin Luther King, la población negra sigue manteniendo unos niveles completamente desproporcionados de marginación económica y social.

EEUU: Como si fuera un mal augurio

El pasado 26 de febrero se publicó en este blog una entrada mía que trataba del ciclo expansivo que estaba experimentando la economía estadounidense, el más largo de su historia desde que se recopilan datos. Mencionaba que, una vez que parecía que la confrontación de Estados Unidos con China y otros países para redefinir el marco comercial se reducía con la firma del nuevo acuerdo comercial con Canadá y México y el acuerdo phase one alcanzado con el gigante asiático, mejoraban las perspectivas de crecimiento y que, con la pujante demanda del consumo nacional, la tasa de desempleo en mínimos de 50 años, subidas salariales y las excelentes perspectivas de consumidores y empresas, los EE.UU. no tendrían problema para continuar batiendo su record histórico de trimestres consecutivos sin entrar en recesión. No obstante, terminaba el texto mencionando la existencia de desequilibrios tales como la excesiva deuda corporativa o el elevado precio de los activos financieros que podrían potenciar los efectos negativos de una posible crisis futura. De repente, todo ha cambiado.

El momento dulce de la economía estadounidense

El pasado 30 de enero el US Bureau of Economic Analysis publicó la primera estimación del crecimiento del PIB de EE.UU. de 2019, confirmando que su economía continúa inmersa en el ciclo de expansión más largo desde que se tienen datos registrados, con 11 años encadenados sin entrar en recesión técnica, es decir, sin dos trimestres consecutivos con crecimiento económico negativo.

El riesgo de desacoplamiento entre EEUU y China

La semana pasada EEUU y China firmaron la fase uno de su acuerdo económico y comercial bilateral. En general, el acuerdo ha sido interpretado como un paso que permite frenar la escalada de tensión entre las dos superpotencias, una tregua en un año de período electoral en EEUU, pero que no resuelve los principales conflictos bilaterales que quedan relegados a una fase dos del acuerdo, sin un calendario claro. Al contrario, la percepción mayoritaria es que la estrategia de confrontación impulsada por la administración Trump gana peso político en Washington y también en Pekín, de forma que la economía mundial se enfrente a un creciente riesgo de “desacoplamiento” entre ambos países ‒decoupling, elegida como una de las palabras del año en 2019 por el Financial Times‒, que se manifiesta en múltiples frentes, incluyendo los ámbitos geopolítico, comercial, tecnológico o multilateral.

Conflicto Airbus-Boeing: con Trump hemos topado

Tras el anuncio de la autorización de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para imponer medidas compensatorias a la UE por valor de 7.500 millones de dólares, el presidente Trump ha revindicado su idea de que Estados Unidos era injustamente tratado en sus relaciones comerciales, anotándose además el resultado de un proceso iniciado hace quince años, a raíz de una disputa entre Boeing y Airbus. Se trata del contencioso más largo en la historia de la OMC, y el que ha generado medidas compensatorias de mayor alcance. La instrumentación de estas medidas anunciada por la Administración Trump trasciende ampliamente el ámbito de la aviación civil y puede tener graves consecuencias para las relaciones entre la UE  y  EE.UU.

Trump contra México: cuatro errores y una provocación

El gran compositor y cantante mexicano José Alfredo Jiménez relataba en una de sus más famosas rancheras la historia de un borracho que llegaba –borracho, claro– a una cantina pidiendo cinco tequilas, y cómo el cantinero se lo llevaba a otro bar, donde decidían apostar a ver quién bebía más, hasta que se enzarzaban en una absurda discusión que terminaba a balazos.

Del mismo modo, el presidente Trump, ebrio de popularidad, ha aparecido pidiendo un 5% de aranceles a partir del próximo 10 de junio a todos los productos provenientes de México, como medida de presión para frenar la inmigración ilegal. Por ahora el presidente mexicano se lo ha llevado a otra cantina para negociar, pero no hay que descartar que la cosa acabe mal, no solo para ellos, sino para la economía mundial.

La guerra tecnológica emplea artillería pesada

En el último artículo explicábamos la batalla del 5G como parte de la guerra tecnológica y comercial entre Estados Unidos y China. Desde entonces, Trump ha hecho dos cosas: en primer lugar, ha aprobado una Orden Ejecutiva prohibiendo cualquier transacción de tecnologías de la información y comunicaciones con empresas sujetas al control o jurisdicción “de un adversario extranjero” que para el Secretario de Comercio suponga “una amenaza a la seguridad nacional”; y en segundo lugar, ha puesto nombres y apellidos a esa amenaza al incluir a Huawei y setenta empresas asociadas a la lista negra de entidades (“Entity List”) cuyos componentes no se pueden adquirir sin autorización previa.

La bicoca del arancel

El inquilino de la Casa Blanca ha vuelto a darse un atracón de aranceles. Frente a la expectativa de que las negociaciones de los últimos cuatro meses terminarían en un acuerdo con China, el presidente decidió elevar el tipo de los aranceles aplicados sobre 200.000 millones de importaciones desde el 10% al 25%. Así, el arancel medio sobre las importaciones chinas ha subido hasta el 18%; si se llegara a consumar la amenaza de extender este mismo tipo arancelario al resto de las importaciones chinas (aproximadamente 300.000 millones de dólares, entre los que destacan los bienes de consumo), el arancel medio llegaría al 28%, un nivel muy próximo al del infausto arancel Smoot-Hawley de 1930. Resulta difícil evaluar las consecuencias económicas de esta nueva escalada (China ha vuelto a responder subiendo los aranceles a 60.000 millones de exportaciones de EEUU). La furia arancelaria de 2018 no truncó la buena marcha de la economía estadounidense; pero ya sabemos que los efectos de los impuestos pueden no ser lineales. ¿Qué cabe esperar?

La guerra del 5G y sus lecciones para Europa

La primera ministra británica, Theresa May, destituyó el 1 de mayo a su ministro de Defensa por filtrar detalles sobre una reunión del Consejo de Seguridad Nacional sobre la participación de la empresa china Huawei en la implantación de la red 5G en Reino Unido. Lo que parece una mera pérdida de confianza tiene un trasfondo mucho más importante, que tiene que ver con el brexit, la guerra comercial y tecnológica entre Estados Unidos y China y el dominio de la economía mundial en el siglo XXI.