El pasado 30 de junio, los líderes del Banco Mundial, FMI, OMC y OMS lanzaron el grupo de trabajo multilateral sobre la COVD-19 (MLT, Multilateral Leaders Taskforce) en un intento conjunto de promover una mayor equidad en la distribución mundial de vacunas, facilitando que los países de renta media y baja puedan acceder a ellas. El MLT promueve cuatro objetivos prioritarios: (i) asumir el objetivo de alcanzar en cada país la vacunación de al menos el 40% de la población a finales de 2021 y del 60% a mediados de 2022; (ii) facilitar que se compartan en 2021 al menos 1000 millones de vacunas con los países de renta media y baja; (iii) promover las donación y la financiación concesional, incluida para el Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19 (Acelerador ACT), y (iv) eliminar las barreras a las exportación de vacunas, y material de diagnóstico y tratamiento de la COVID.
El Acelerador ACT, impulsado por la OMC, juega un papel central en la coordinación internacional del proceso de vacunación. Se asienta sobre tres pilares de colaboración e investigación con objetivos concretos de distribución en 2021 en favor de los países de ingreso bajo y mediano: (i) el de vacunas, o COVAX, que incluye el objetivo de administrar al menos 2.000 millones de dosis de vacunas en 2021; (ii) el de medios de diagnóstico con el objetivo de distribuir 900 millones de pruebas de diagnóstico asequibles y de calidad antes de que termine 2021; y (iii) el de tratamientos para adquirir y distribuir hasta 100 millones de dosis de tratamiento.
La semana pasada, el MLT emitió un nuevo comunicado conjunto en el que alertan de las dificultades para alcanzar los objetivos de vacunación. A pesar de la adecuada producción mundial, el problema continúa siendo de distribución porque las vacunas no llegan a los países de renta media y baja. En efecto, la situación actual de la vacunación continúa siendo muy desigual entre países (ver mapa). Europa, China y América del norte han tenido la distribución más rápida de vacunas y tienen los porcentajes de vacunación más elevados, por encima del 50%. En el otro extremo, en 45 países los porcentajes de vacunación con dosis completa están por debajo del 5%, sobre todo en África –como denuncian desde el Centro Africano para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC de África), tan solo un 2,5% de población con vacunación completa, en un continente de 1.200 millones de personas.
Porcentaje de población con vacuna completa (fuente: MLT data)
El MLT propone una serie de actuaciones para acelerar el proceso global de vacunación, incluyendo canalizar vacunas a los países de renta media y baja. En este sentido, hay un compromiso de donar a COVAX 640 millones de dosis, de los cuales solo se han donado alrededor de 145 millones, lo que exige una mayor transparencia en las vacunas destinadas a y AVAT –Ursula von der Leyen anunció la semana pasada que la UE duplicaría sus donaciones de vacunas son 200 millones adicionales. Pero, como denuncia el MLT, los países con altos porcentajes de vacunación tienen aseguradas más de 2.000 millones de vacunas en exceso de las que necesitan para vacunar a su población.
En efecto, existe una gran desigualdad en el porcentaje de vacunas precompradas, con países que tienen vacunas aseguradas muy por encima de su población, como Australia (496%, cinco vacunas por ciudadano), Canadá (414%), los países de la UE (en torno al 285%) y EEUU (242%). En el otro extremo, más de 123 países continúan por debajo del 100% y 56 por debajo del 50% (ver mapa).
Precompra estimada de vacunas como porcentaje de la población (fuente: MLT data)
Para paliar esta desigual distribución, el MLT también pide una moratoria en las dosis de refuerzo hasta finales de 2021 (salvo para la población inmunodeprimida) y que se libere a las compañías productoras de vacunas de sus compromisos de abastecimiento a los países avanzados, para que puedan abastecer a los países de renta baja y media –John Nkengasong, Director de CDC de África, ha hecho un llamamiento a que, más que donaciones, lo importante es que África pueda acceder a las vacunas que ya han comprado. También es importante acelerar y estandarizar los procedimientos de aprobación de nuevas vacunas y eliminar las restricciones a la exportación de vacunas y material de tratamiento de la COVID.
Como veíamos, la vacunación constituye un bien público global y exige un esfuerzo internacional coordinado si queremos controlar la pandemia.