En los últimos años el gobierno de España ha ido reduciendo el límite máximo de pagos en efectivo, de 2.500 en 2012 a 1.000 euros en 2016. En mayo de 2016 el Banco Central Europeo anunció que dejaría de emitir billetes de 500 euros. En noviembre de ese mismo año la India eliminó drásticamente (y de forma un poco caótica) sus billetes de alta denominación. El objetivo de estas medidas ha sido, como es sabido, reducir las posibilidades de fraude que proporciona el pago en metálico. Pero más allá de la lucha contra el fraude, algunos economistas han venido defendiendo la posibilidad de un mundo sin apenas efectivo. ¿Cuáles serían las ventajas e inconvenientes de esta decisión?