1) El referéndum de 2016 no era vinculante.
2) El referéndum no obligaba a notificar inmediatamente el artículo 50 que iniciaba el procedimiento de salida sin discutir antes internamente el modelo de brexit.
3) El gobierno británico se comprometió siempre a no establecer controles de ningún tipo en la frontera entre las dos Irlandas.
4) La necesidad de evitar una frontera en Irlanda es una cuestión puramente política.
5) La forma de evitar una frontera en Irlanda es una cuestión puramente técnica.
6) La salvaguarda no es una exigencia política, sino una exigencia técnica para Irlanda del Norte para que el Reino Unido (o al menos Gran Bretaña) pueda tener el modelo comercial que quiera sin tener que imponer una frontera en Irlanda.
7) Evitar una frontera entre dos regiones exige una regulación común para productos agrícolas e industriales, un régimen común arancelario (unión aduanera) y de IVA, más control del comercio con regiones con regulación distinta (como Gran Bretaña).
8) Estos cinco requisitos no son nuevos ni inventados, son los mismos que necesitaron los países de la UE para poder quitar sus fronteras a partir de 1995.
9) Si falta uno de los cinco hay que poner frontera, o asumir riesgos de seguridad alimentaria, de seguridad industrial o de consumo, o fuerte contrabando.
10) La última propuesta de salvaguarda de Boris Johnson cumple solo dos (o dos y medio) de los cinco requisitos. Cumple la función de salvaguarda igual que un coche al que le faltan dos ruedas cumple la función de coche.
11) Si los aranceles de Irlanda del Norte son distintos de los de Irlanda, el IVA es distinto y no está integrado en el sistema europeo, y además la probabilidad de detección es nula porque no hay frontera, existe un enorme incentivo al contrabando. Que ya exista algo de contrabando no quiere decir que sea deseable que se multiplique exponencialmente.
12) La propuesta de Johnson exige centros de control de mercancías entre Irlanda del Norte e Irlanda, que no dejan de ser controles fronterizos por el hecho de que no se hagan en el mismo sitio donde estaba antes la frontera.
13) Que Boris Johnson haga una propuesta de salvaguarda no implica necesariamente que la UE o el Parlamento británico la tengan que aceptar y que, de no hacerlo, tengan la culpa de una salida sin acuerdo.
14) La salvaguarda siempre ha afectado solo a bienes. La libre circulación de personas en Irlanda se rige por la Common Travel Area, una especie de Área de Schengen angloirlandesa que nunca se ha puesto en cuestión.
15) La UE propuso inicialmente una salvaguarda solo para Irlanda del Norte, porque es la única imprescindible.
16) La modificación de la salvaguarda para extender la unión aduanera a todo el Reino Unido no fue una exigencia de la UE, sino de la propia Theresa May para intentar apaciguar al DUP (lo que no fue suficiente).
17) De nada sirve que Irlanda del Norte tenga un régimen igual al europeo si luego no se controlan en el mar de Irlanda los productos que entran desde Gran Bretaña a Irlanda del Norte. La unión aduanera para todo el Reino Unido solo ahorra los controles arancelarios en el mar de Irlanda.
18) Los únicos controles realmente exhaustivos que hay que hacer en el mar de Irlanda son para animales vivos, plantas y productos agroalimentarios; el control de requisitos técnicos, pago de aranceles e IVA diferencial puede hacerse mediante el escaneado de códigos de barras de contenedores en puerto o durante el transporte.
19) En una frontera natural como el mar (o por vía aérea) los controles no se notan tanto, ya que, en cualquier caso, siempre hay que controlar, embarcar y desembarcar mercancía.
20) Los controles en el mar de Irlanda no serían los primeros: ya se hacen para animales vivos que entran desde Gran Bretaña, porque la isla de Irlanda es una zona veterinaria única.
21) La permanencia de Irlanda del Norte en el territorio aduanero o IVA de la UE no va en detrimento de la soberanía del Reino Unido. Austria, Alemania, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Italia o incluso el propio Reino Unido tienen territorios de su soberanía fuera del territorio aduanero o IVA comunitario (y por tanto distinto del de su país). Y hay ajustes en sus fronteras (como, por ejemplo, el del IGIC en Canarias, que no es zona IVA).
22) Un territorio aduanero no solo implica aranceles, sino también reglas de origen comunes (como un pasaporte que establece la nacionalidad de las mercancías), algo crucial en un mundo en el que más de la mitad del comercio es de productos intermedios usados en la producción otros bienes.
23) Una salvaguarda temporal o que depende de lo que vote la Asamblea de Irlanda del Norte cada cuatro años no es una salvaguarda, igual que un seguro que pueda cancelarse por sorpresa y sin alternativa no es un seguro.
24) Si la Asamblea de Irlanda del Norte tiene derecho a vetar un acuerdo que le afecta directamente, también el Parlamento de Escocia debería tener derecho a vetar un acuerdo que le afecta directamente.
25) La Asamblea de Irlanda del Norte está suspendida desde 2017.
26) En Irlanda del Norte y en Escocia los ciudadanos votaron mayoritariamente a favor de permanecer en la UE.
27) El DUP solo representa el 36% de los votos de Irlanda del Norte en últimas elecciones generales, pero condiciona el futuro de toda la isla.
28) El gobierno británico quiere que la UE sacrifique a Irlanda entera (y con ella, los principios europeos), pero no está dispuesto a sacrificar el veto del DUP.
29) La prórroga del artículo 50 solo es posible por acuerdo entre las partes, no puede imponerla unilateralmente el Reino Unido, ni tampoco la Unión Europea.
30) La obligación del primer ministro británico de solicitar una prórroga el 19 de octubre (si no hay Acuerdo) no viene impuesta por la Unión Europea, sino por el Parlamento británico, que no quiere una salida sin acuerdo.
31) Si el Parlamento británico no quiere salida sin acuerdo, no está “alejado de los ciudadanos”, que en un 70%, según reflejan las encuestas, tampoco quieren una salida sin acuerdo (con independencia de que quieran o no brexit).
32) Si el Parlamento británico no quisiera pedir prórroga, no habría prórroga y el Reino Unido abandonaría la UE sin acuerdo. Si el partido conservador quiere eso, que gane las elecciones con mayoría suficiente.
33) Si el partido conservador es incapaz de ganar una votación en el Parlamento británico porque está en minoría, la culpa no es de la Unión Europea.
34) Si Boris Johnson se niega a pedir la prórroga, cometerá un delito.
35) Pedir la prórroga y luego retirarla no es pedir la prórroga, y cualquier juez sabe eso.
36) El Supremo británico ya ha dejado claro que el ejecutivo no puede desafiar la soberanía del Parlamento con trucos de mal trilero.
37) Si hay una moción de censura contra Boris Johnson y en el plazo de 14 días no se forma un gobierno alternativo, será el propio Boris Johnson el que decida la fecha de las próximas elecciones.
38) Si Boris Johnson dimite para no pedir prórroga, la Reina encargará la formación de gobierno al candidato “que tenga más posibilidades de ganar una moción de confianza” para gobernar. El Parlamento puede informar a la Reina quién sería esa persona.
39) Si el Parlamento no se pone de acuerdo en quién lidera el nuevo gobierno o gobierno de transición, el Reino Unido puede terminar saliendo de la UE sin acuerdo por accidente.
40) Jeremy Corbyn insiste en que el primer ministro de transición sólo puede ser él, pero curiosamente hay muchos parlamentarios que no están de acuerdo.
41) La Reina no puede decidir por el Parlamento lo que éste es incapaz de decidir por sí mismo.
42) Los resultados electorales para el partido conservador (que compite con el Brexit Party) pueden ser muy distintos dependiendo de quién pida la prórroga, si Johnson o un gobierno de concentración.
43) Los documentos de la Operación Yellowhammer demuestran que Boris Johnson sabe perfectamente que una salida sin acuerdo sería un auténtico caos, y también que el coste electoral de ese caos recaería sobre el primer ministro responsable de dicha salida.
44) Una salida sin acuerdo no es el fin del brexit, sino el inicio de otro largo y peligroso proceso político-económico vinculado al brexit.
45) Una salida sin acuerdo perjudica mucho más al Reino Unido que a la UE, pero perjudica mucho a la UE, económica y políticamente.
46) Ya ha habido y está habiendo costes del brexit: la incertidumbre nunca sale gratis, y llevamos tres años con ella. Los perjuicios económicos de un brexit sin acuerdo serán graves a corto plazo, pero también a largo plazo. Algunos efectos económicos tardan mucho en manifestarse.
47) Un referéndum de ratificación de las distintas formas de salida no es una repetición del referéndum de 2016.
48) Si el Parlamento tuviera claro el modelo de brexit que quiere, no haría falta preguntar de nuevo a la población.
49) El gobierno conservador del Reino Unido no es el Reino Unido, y menos a efectos de brexit.
50) “Brexit significa brexit” ya no significa nada.
Este artículo fue publicado originalmente en vozpopuli.com (ver artículo original)
Mi favorito es el #28, aunque el artículo tiene la virtud de hacernos ver como Johnson y sus huestes tergiversan la realidad. Con todo, si no estuviera Corbyn al frente de los laboristas, Johnson ya habría desaparecido. Un Tony Blair lo habría liquidado.