En la reciente Celebración en Abidján de la segunda Conferencia sobre la Emergencia en África organizada por el PNUD, el objetivo de la mayor parte de los países asistentes era poder entrar en un plazo relativamente corto en la clasificación de país emergente. Los líderes africanos daban definiciones genéricas de lo que se considera por este término: aquel que tiene una elevada tasa de crecimiento del PIB, que se diversifica, que ve aumentar sus infraestructuras, que ve crecer la clase media, y que desarrolla los servicios sociales como la salud y la educación en el marco de una economía abierta. El Presidente de Costa de Marfil, anfitrión de la conferencia, citaba entre las risas de los asistentes la respuesta de un ciudadano en una encuesta: “Emerger es cuando tienes la cabeza dentro del agua y la sacas”