Sucedió en Frankfurt el 8 de septiembre, al final de la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo. Un periodista preguntó a Mario Draghi si estaban preocupados por lo poco que estaban creciendo los salarios en Alemania. En su respuesta, el Presidente de la autoridad monetaria europea dijo que los beneficios de un mayor crecimiento de los salarios (sin mencionar un país concreto) son hoy incuestionables. Era un mensaje poco habitual en un banquero central, aunque ya había algún precedente. El Gobernador del Banco de Japón lleva más de dos años tratando de fomentar una expansión de salarios que colabore en la superación de la persistente deflación en la que está sumida su economía.