
Es muy posible que 2016 marque un punto de inflexión en la evolución del sistema económico mundial. Lo que no sabemos es hacia dónde. La mezcla de nuevo proteccionismo con economía de la oferta que se pergeña en Estados Unidos agravará a medio plazo los problemas de inestabilidad y de desigualdad que afligen al capitalismo de nuestros días. Si se quiere plantear una alternativa, hay que superar el marco de la economía ortodoxa con el que hemos llegado hasta aquí.





