Autor: Christian Garma

EEUU: Como si fuera un mal augurio

El pasado 26 de febrero se publicó en este blog una entrada mía que trataba del ciclo expansivo que estaba experimentando la economía estadounidense, el más largo de su historia desde que se recopilan datos. Mencionaba que, una vez que parecía que la confrontación de Estados Unidos con China y otros países para redefinir el marco comercial se reducía con la firma del nuevo acuerdo comercial con Canadá y México y el acuerdo phase one alcanzado con el gigante asiático, mejoraban las perspectivas de crecimiento y que, con la pujante demanda del consumo nacional, la tasa de desempleo en mínimos de 50 años, subidas salariales y las excelentes perspectivas de consumidores y empresas, los EE.UU. no tendrían problema para continuar batiendo su record histórico de trimestres consecutivos sin entrar en recesión. No obstante, terminaba el texto mencionando la existencia de desequilibrios tales como la excesiva deuda corporativa o el elevado precio de los activos financieros que podrían potenciar los efectos negativos de una posible crisis futura. De repente, todo ha cambiado.

El momento dulce de la economía estadounidense

El pasado 30 de enero el US Bureau of Economic Analysis publicó la primera estimación del crecimiento del PIB de EE.UU. de 2019, confirmando que su economía continúa inmersa en el ciclo de expansión más largo desde que se tienen datos registrados, con 11 años encadenados sin entrar en recesión técnica, es decir, sin dos trimestres consecutivos con crecimiento económico negativo.